jueves, 28 de noviembre de 2013

Los guardias especializados en el campo logran cuadruplicar los arrestos de ladrones


Los guardias especializados en el campo logran cuadruplicar los arrestos de ladrones
Los agricultores elogian el esfuerzo policial pero aseguran que los saqueos siguen «a mansalva» y apremian al Gobierno a endurecer las penas


Desde finales del verano pasado, robar fruta, cable de los motores o piezas de los sistemas de regadío no es tan sencillo. Al menos, es más probable que antes acabar esposado y un par de noches en los calabozos. Las cifras demuestran, por primera vez, avances en la complicada lucha policial contra los saqueos en zonas rurales. El trabajo de los equipos ROCA (Robos en el Campo) de la Guardia Civil, la unidad especializada creada para combatir estos delitos, ha hecho que las detenciones de ladrones en la Comunitat se multipliquen casi por cuatro en sus primeros tres meses de funcionamiento.

Pero los agricultores no lanzan todavía las campanas al vuelo. Si bien admiten la mayor presencia policial y elogian el esfuerzo de los agentes, auguran que los robos «siguen a mansalva» y el año «va camino de acabar peor» que el pasado en cuanto a sustracciones. Aunque consideran «muy importante y digno de elogio» el incremento de los arrestos, estiman que la verdadera solución llegará cuando el Parlamento apruebe al fin la anunciada reforma del Código Penal. «Mientras eso no ocurra, los ladrones seguirán reincidiendo».

Según cifras de la Delegación del Gobierno en la Comunitat, entre agosto y octubre del año pasado fueron capturados 31 delincuentes en toda la región. Este año, y coincidiendo con el arranque de los equipos ROCA, son 108 los detenidos en el mismo periodo, lo que demuestra la eficacia de esta unidad, compuesta por 45 agentes repartidos en una docena de equipos. La clave es, en parte, la dedicación íntegra y exclusiva a la persecución de ladrones del campo, una especialización sólo comparable a la de la Brigada de Homicidios.

La delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, considera que el incremento de arrestos se debe también a las constantes reuniones que la Guardia Civil está manteniendo con grupos de agricultores valencianos afectados por la oleada. Han pasado de 105 a 512 en un año. «Estos encuentros están teniendo efectos positivos porque la relación directa facilita mucho la labor de la Benemérita», valoró la delegada. «Tienen información directa y además, los agentes conciencian a los agricultores de la necesidad de denunciar», algo que se estaba perdiendo por una desesperanza de algunas víctimas respecto a la utilidad de poner los hechos en conocimiento de las autoridades.

En el análisis del último trimestre, Delegación del Gobierno detecta un importante aumento de los delitos, que pasan de 528 a casi un millar. Pero según la Guardia Civil este incremento es engañoso y no significa que esté habiendo más sustracciones, sino que casos que antes no se denunciaban ahora sí se ponen en conocimiento del Instituto Armado como resultado de esas reuniones y de una cierta recuperación de la confianza de los agricultores en las fuerzas de seguridad.

Las víctimas de los saqueos, por contra, hablan directamente de un incremento de robos. Las últimas mediciones de AVA, correspondientes al primer semestre del año, hablaban de un ascenso cercano al 20% respecto al año pasado, que terminó con pérdidas de doce millones de euros para el sector a causa de la delincuencia rural. «Aunque confiamos que la subida quizá no sea tan pronunciado por la acción de los equipos ROCA, tal como van las cosas es probable que 2013 acabe con más robos que el año pasado».

A la espera de cambios

Quienes viven del campo creen que el remedio contra su peor plaga llegará cuando «de una vez por todas» arranque la esperada y anunciada reforma penal que castigue más duramente a los ladrones. «Mientras eso no ocurra, la Guardia Civil y los jueces están constreñidos. Todos esos que detienen vuelven a la calle, reinciden y es todo una pescadilla que se muerde la cola», describen trabajadores del campo.

Esa reforma, cuyas primeras pinceladas se conocieron en septiembre, endurecerá la sustracción de cosechas o el asalto de locales rurales. El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, desveló que la pena tipo (de entre uno y tres años de cárcel) aumentará hasta los cuatro años «si el delincuente porta un arma o pertenece a una organización criminal y actúa junto a otro de sus integrantes».

El cambio legal contempla otro elemento muy demandado por las asociaciones agrarias: el castigo a quien comercie con el género sustraído. En este caso se prevé para el acusado hasta cinco años de inhabilitación en el ejercicio su profesión o incluso la clausura de su local.

Fuente: La provincia.es

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